En 1947 Maurice Coutot crea la Cámara con el objetivo principal de organizar las relaciones de confraternidad entre genealogistas.

Sesenta y cuatro años después, el paisaje se ha transformado y ofrece nuevos objetivos.

La implantación del derecho del consumo ha reforzado la necesidad de crear un auténtico vínculo entre los herederos.

La normativa sobre la comunicación de los archivos de datos personales ha aportado numerosas restricciones que requieren derogaciones para acceder a los documentos.

Las reformas legislativas recientes que afectan al derecho de la familia han modificado prácticas que se habían convertido en rutinarias.

La definición de las obligaciones recíprocas entre el genealogista y el notario ha intensificado el rigor requerido en el ejercicio de la profesión.

La aparición del asegurador como interlocutor recurrente ha convertido la consecución del mandato confiado por el heredero en una carrera de obstáculos.

En este nuevo contexto, no basta con la confraternidad; la cámara debe mantenerse a la escucha de los particulares que buscan información o el arbitraje de un conflicto, también debe y, sobre todo, instaurar los diálogos con todos sus colaboradores, que son las administraciones, poderes públicos, notarios o aseguradores.

Amplio programa que expresa la voluntad de una gran diversidad de acciones que se implantarán en los años venideros.

Dominique MASSON

Presidente